Con backgrounds muy diferentes, tuvimos una visión: convertirnos en programadoras front-end. Adalab se nos apareció para ofrecernos la oportunidad de reinvertarnos profesionalmente combinando las habilidades de nuestros repositorios personales con nuevos artilugios de manipulación de lo paranormal: HTML, CSS, SASS y GULP. Unimos nuestras fuerzas a través de la bola de cristal de Slack y Github para crear este portal a nuestra dimensión.
Adalabers cazafantasmas con aura de motivación y cooperación. Gracias a su diversidad de contextos culturales y profesionales han desarrollado una capacidad sobrenatural para la adaptación. Los fuertes lazos creados al enfrentarse a los monstruos y habitantes de los limbos del Front-End, las ha convertido en un equipo consolidado que lucha contra las malas prácticas y las fantasmadas.
Debido al contexto profesional terrorífico de los últimos tiempos, nos sentimos inseguras, perdidas en la niebla de la precariedad e incertidumbre laboral. Como nuevas exorcistas de la web, necesitamos más contactos con las entidades del código para adquirir nuevos niveles de maestría, pero nos enfrentamos sin miedo a estos retos en pos de alcanzar un dominio de las herramientas.